El ojo seco es un problema mucho más común de lo que la gente cree. Si alguna vez has sentido picazón, ardor o la sensación de tener arena en los ojos, es posible que tengas este síndrome. Se trata de una alteración en la cantidad o calidad de las lágrimas, lo que impide que los ojos se mantengan bien lubricados.
Como oftalmóloga, veo muchos pacientes que llegan con molestias que no desaparecen y, en muchos casos, no se imaginaban que su problema era ojo seco. Por eso, quiero explicarte qué es, por qué ocurre y qué opciones existen para aliviarlo.
¿Qué es el síndrome del ojo seco?
El síndrome del ojo seco ocurre cuando las lágrimas no son suficientes para mantener la superficie ocular hidratada y protegida. Esto puede deberse a dos razones principales:
- Producción insuficiente de lágrimas: Las glándulas lagrimales no generan suficiente cantidad de lágrimas.
- Evaporación rápida de las lágrimas: Las lágrimas no duran lo suficiente en la superficie del ojo, generalmente por problemas en la película lagrimal.
- Las lágrimas no solo sirven para humedecer los ojos, también contienen nutrientes y sustancias que los protegen de infecciones y mantienen la visión clara.
Síntomas del ojo seco
Los síntomas pueden variar de leves a severos, y suelen incluir:
- Sensación de resequedad o arenilla en los ojos.
- Ardor, picazón o enrojecimiento.
- Visión borrosa que mejora al parpadear.
- Molestia con la luz (fotofobia).
- Ojos cansados o pesados.
- Lagrimeo excesivo (como respuesta del ojo a la irritación).
- Muchas personas creen que el lagrimeo es señal de un ojo bien hidratado, pero en realidad puede ser una reacción a la falta de lágrimas de buena calidad.
¿Qué causa el ojo seco?
Hay muchos factores que pueden provocar o empeorar el ojo seco:
- Uso prolongado de pantallas: Disminuye la frecuencia del parpadeo, haciendo que las lágrimas se evaporen más rápido.
- Ambientes secos o con aire acondicionado: El viento y la calefacción también pueden aumentar la evaporación de las lágrimas.
- Envejecimiento: Con los años, la producción de lágrimas disminuye de manera natural.
- Uso de lentes de contacto: Pueden absorber la humedad de la película lagrimal.
- Algunas enfermedades: Como artritis reumatoide, lupus o enfermedades de la tiroides.
- Ciertos medicamentos: Antihistamínicos, antidepresivos y algunos fármacos para la presión arterial pueden reducir la producción de lágrimas.
- Cirugía ocular previa: Algunos procedimientos pueden afectar la sensibilidad de la córnea y alterar la producción de lágrimas.
Diagnóstico del ojo seco
Para diagnosticar el ojo seco, realizo una evaluación detallada que incluye pruebas específicas para medir la cantidad y calidad de las lágrimas. Algunas pruebas comunes son:
- Prueba de Schirmer: Se usa un pequeño papel absorbente para medir la cantidad de lágrimas producidas.
- Tinción con fluoresceína: Se aplican gotas especiales para evaluar el daño en la superficie ocular.
- Tiempo de ruptura lagrimal: Mide cuánto tiempo tarda la película lagrimal en evaporarse.
El diagnóstico preciso es clave para encontrar el mejor tratamiento según el tipo y la causa del ojo seco.
Tratamiento del ojo seco
El tratamiento depende de la gravedad del problema, pero en la mayoría de los casos se pueden aliviar los síntomas con medidas sencillas:
1. Lágrimas artificiales: Son el tratamiento más común y ayudan a mantener los ojos hidratados. Existen diferentes tipos, algunas sin conservadores para ojos más sensibles.
2. Cambios en el estilo de vida:
- Descansar la vista: Tomar pausas al usar pantallas y recordar parpadear con frecuencia.
- Usar humidificadores: Mantener la humedad del ambiente puede reducir la evaporación de las lágrimas.
- Proteger los ojos del viento: Usar lentes de sol envolventes cuando hay mucho aire o polvo.
3. Tratamientos médicos
- Cuando el ojo seco es más severo, existen opciones más avanzadas como:
- Gotas con ciclosporina o suero autólogo, que ayudan a mejorar la calidad de las lágrimas.
- Taponcillos lagrimales, que evitan que las lágrimas drenen demasiado rápido.
- Luz pulsada intensa (IPL), que estimula las glándulas para mejorar la producción lagrimal.
¿Se puede prevenir el ojo seco?
Si bien no siempre es posible evitarlo, hay medidas que pueden ayudar a reducir el riesgo:
- Evitar el uso excesivo de pantallas sin descanso.
- Mantenerse bien hidratado.
- Usar lentes de sol para protegerse del viento y el polvo.
- Evitar frotarse los ojos, ya que esto puede irritarlos más.
Si los síntomas persisten o empeoran, es importante acudir a consulta. Un tratamiento adecuado puede hacer una gran diferencia en la comodidad y la calidad de vida.
El síndrome del ojo seco es una condición frecuente que puede afectar la comodidad y la visión. Aunque en la mayoría de los casos no es grave, sí puede ser molesto si no se trata adecuadamente.
Si sientes ardor, picazón o visión borrosa recurrente, es posible que necesites una evaluación oftalmológica. Existen muchas opciones para mejorar los síntomas y mantener tus ojos bien hidratados.
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